Una de los encuentros más famosos de Jesús en su ministerio terrenal fue la entrevista que tuvo con Nicodemo, un principal de la sinagoga local, en tiempos de Jesús. Vino de noche, especulamos que pudo haber tenido pena, yo me inclino a creer que le buscó a esa hora, porque así como Nicodemo era hombre de ministerio, entendía que a Jesús no se le podía abordar rodeado de miles de personas… le buscó de noche para tener tiempo de hablar, con calma, oír y preguntar libremente. Imaginemos el cuadro… Jesús en el jardín con una bebida caliente, una mesa con algún pan, una silla esperando a su visita.

Nicodemo entra y saluda, es recibido con calidez por el Maestro. Comienza la conversación, Nicodemo arranca de frente y dice: “Rabí, sabemos que has venido de Dios…” Jesús escucha y dispara su respuesta directamente y sin tapujos:

Juan 3:7-12 » No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?. Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?. De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?

La fe cristiana es sencilla y sin complicaciones. Las verdades bíblicas, se reciben por fe, por la capacidad que nos da el Espíritu Santo para recibirlas, no necesita cursar largos seminarios, para que Dios le use, o le hable, (si Dios le llama a estudiar de manera formal, no resista y hágalo). El punto es que Dios nos invita a conocer más de su voluntad, conocer más de su Palabra y conocer más de su Reino, debemos conocer la verdad de Dios, para que esas palabras de Jesús se hagan nuestras:

a.    Debe estar sabido que el Padre celestial ya nos bendijo. Lo que sabemos hablamos.

Si usted y yo hablamos lo que no sabemos eso se llama especulación. Si hablamos lo que no sabemos, somos ignorantes. Pero la pregunta  es ¿qué debemos saber? ¿cuál conocimiento debemos procurar? ¡Debemos conocer a Cristo! ¡El conocimiento de Cristo! Si usted y yo no supiéramos nada más que el conocimiento de Cristo, nuestro futuro terrenal estaría asegurado y después la eternidad. No necesitamos más que el conocimiento de Cristo.

Efesios 1:3 » Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo

b.     Debe estar sabido que usted fue escogido.

Cuando yo jugaba pelota en el barrio del mi hogar de mi niñez, los equipos se armaban de acuerdo a las habilidades deportivas de cada niño… los mejores siempre los elegían, a este servidor siempre, siempre lo elegían, pero siempre me elegían al final… porque no era muy bueno. Pero gracias a Dios, en esta vida, a usted, a mí y a todos los creyentes en Jesús, los eligen por puro amor y gracia.

Viva como un hijo de Dios lleno de bendiciones, sepa que su vida tiene todo tipo de bendiciones. Cuente sus bendiciones, hable de cuán bendecido es usted y no hable de lo material, por favor, no rebaje el poder de Dios a bendiciones materiales. Si las bendiciones de Dios fueran solo materiales, todos seríamos ricos, ¿pero cuántos ricos hay desdichados, porque nadie puede amarlos? Las bendiciones de Dios son espirituales, las bendiciones son eternas, son para siempre y nadie se las puede quitar, absolutamente nadie.

Efesios 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él… para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.»»

c. Debe estar sabido que su vida es alabanza a Dios.

SU VIDA fue escogida para alabar a Dios. Sepa esto y viva sabiendo esto. No deje que nadie le menosprecie, que nadie le minimice, no crea las mentiras del enemigo. Usted hace sonreír a Dios.

Efesios 1:6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado…

Lo que hemos visto, testificamos. Usted no puede hablar de algo como verdad, si usted no es testigo directo. Usted se vuelve testigo verdadero, cuando usted mismo experimenta el fruto el Espíritu en su vida. Usted testifica de lo que usted ha experimentado y si usted ha experimentado a Cristo… debe testificarlo en su vida…

Testificamos que Jesús nos perdonó. Efesios 1:7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia… Cuando usted conoce a Jesús usted NO PUEDE ser el mismo. Cuando usted se encuentra con el maestro, su vida DEBE cambiar, si roba, trabaja con sus manos; si miente, dice la verdad; si adultera, es fiel a su esposa; su vida cambia 180 grados…

Testificamos que Dios nos provee sabiduría e inteligencia. Efesios 1: 8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia… ¿Tiene falta de sabiduría? pidala a Dios, ¿necesita inteligencia? Pídala a Dios. El provee todo lo que nos falta según sus riquezas en Gloria.

Testificamos que podemos conocer su voluntad. Si hay algo que usted debe buscar y procurar en su vida, es conocer la voluntad de Dios. Pero no de manera general, procure buscar la voluntad de Dios, de manera específica para su vida. Para su familia, para su rol como esposo y padre, para su papel ciudadano de esta nación. ¿Pero dónde encuentro respuestas? Todas las respuestas a sus preguntas las encuentra en la PALABRA DE DIOS. Efesios 1:9 9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo

Aunque no reciban nuestro testimonio, lo anunciamos. Jesús vino a los suyos, más los suyos no lo recibieron… Jesús no andaba rogando a nadie que creyera su mensaje, el daba el mensaje y si alguien lo recibía que bien, y si no lo recibía el seguía adelante. Juan 3:12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Jesús no se ofende, ni se inmuta. El proclama las buenas nuevas, nos hace responsables a nosotros de creer o no creer.

No podemos controlar que la gente acepte nuestro mensaje. Usted es el mensajero, lleva en su vida el mensaje de manera vivencial. Usted viva anunciando a Jesús y el Espíritu Santo en su soberanía, hará el resto. Juan 3:18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Debe vivir como si hoy vienen a pedirle cuentas. Usted y yo debemos vivir nuestra vida, como si mañana nos vienen a hacer una auditoría final. Debemos andar en la luz, vivir en la luz y ser luz.

Viva agradando a Dios, y él se encargará del resto. Efesios 1:12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. Usted es testimonio viviente del poder de Dios, no puede callar lo que ha visto y oído. No puede esconder la luz debajo de la cama.

Conclusión: Un encuentro parecido al de Jesús y Nicodemo, se sigue repitiendo una y otra vez. Se repite cada vez que usted y yo vamos al Señor con nuestras dudas y decimos: Señor, sabemos que eres de Dios, porque solo tu haces las cosas como las haces tú… Y una vez más el Señor corta la conversación diciendo: Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es… Juan 3:6

Dios, por simplemente el puro afecto de su voluntad, nos acercó a él para hacernos parte de su familia. Y esta verdad debe llenar y satisfacer nuestras vidas. De lo que sabemos hablamos y de lo que hemos visto, testificamos. Conozcamos más a Jesús, su carácter, su voluntad, sus demandas, y eso nos hará vivir en libertad.

FUENTE: Gracias Pastor Dorian Banegas por sus enseñanzas.

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