Una manera de demostrar el amor que tenemos hacia Dios, es ser agradecidos, reconocer su señorío sobre nosotros, reconocer que Dios es la fuente de todo y que toda bendición proviene de Él.

Colosenses 2:6-7 «Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.» 

Nuestro agradecimiento no solo debe manifestarse porque tengamos una bella familia, o un buen trabajo o negocio o haber alcanzado un título Universitario, etc., sino que debe ir más allá de todo esto:

1. Agradecidos porque fuimos escogidos desde antes de la fundación del mundo.

Efesios 1:4 «según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,» 

Cuando recibimos a Jesús dentro de nuestro corazón como Salvador personal, no lo hicimos por lo que hemos hecho, sino porque Él nos escogió primero, desde antes de la fundación del mundo.

Efesios 2:8 »  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.»

La salvación no viene de uno mismo, ni tampoco la fe. Dios las ha dado a cada creyente por medio del don de la fe. Así que nuestra relación ha sido sellada en el momento que recibiste a Jesús y te convertiste en un hijo de Dios.

Por ello es que podemos tener una relación estrecha y continua.

2. Debemos estar agradecidos porque el Espíritu Santo mora en nosotros.

Juan 14:16 » Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.»

La Palabra lo manifiesta. Dios estará con nosotros siempre por medio del Espíritu Santo. Pues Jesús mismo lo llamó el Consolador, quien nos capacita, da dirección y el poder para hacer lo que Dios te ha llamado a hacer.

3. Debemos estar agradecidos porque estamos seguros eternamente.

Apocalipsis 3:5 «El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida.»

Una vez que crees en Jesucristo como tu Salvador, nadie puede borrar eso. Ni nadie puede borrar tu nombre del Libro de la Vida. En otros palabras estamos seguros eternamente.

4. Debemos estar agradecidos por tener los dones del Espíritu.

Cuando el Espíritu Santo vino a tu vida, Él puso en ti y te dió dones para que lleves a cabo tu propósito.

Isaias 11:2 «Y reposará sobre él, el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.»

No es algo que hacemos, sino que Él lo hace.

5. Agradecidos por tener una relación estrecha con Dios.

Juan 14;23 «Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.»

Eso significa que puedes hablar con Dios, escucharlo, que puede trabajar en tu vida, que puede satisfacer cada necesidad y todo deseo de tu corazón.

Es algo que Él lo hizo.

6. Agradecidos porque nos ha dado su paz.

Juan 14:27 «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.» 

Tienes el privilegio de la paz con Dios, de la paz de Dios en tu corazón. La prueba final será cuando nos enfrentemos a la muerte. Ausentes del cuerpo y presentes al Señor.

No se puede bromear al respecto, es evidente y muy claro.

7. Debemos estar agradecidos porque tenemos el amor incondicional de Dios.

En todo momento de tu vida, Dios te ama incondicionalmente.

Romanos 8:35-39 «¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?. Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.»

Sino enviara suficiente disciplina, tu continuarías viviendo en pecado. Y aun la disciplina es una expresión de su amor por nosotros.

8. Debemos estar agradecidos porque la presencia de Dios está en nosotros a cada momento.

Juan 14:16 «Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.»

Cuando despertaste ésta mañana, te levantaste en la presencia de Dios. Te subiste a tu auto y Él te acompañó. En otras palabras, la presencia de Dios es un don para cada uno de nosotros.

9. Debemos estar agradecidos con Dios porque Él nos ha prometido suplir cada necesidad.

Filipenses 4:19 «Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.» 

Nadie puede prometer a nadie eso, pero Dios sí puede.

10. Debemos estar agradecidos porque tenemos su promesa de protección.

Isaias 54:17 «Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.» 

Nadie sabe cuantas veces Dios te ha protegido, seguro evitó algún accidente, o algún mal o de lo que sea.

11. Tenemos que estar agradecidos porque tenemos la promesa de una resurrección corporal

1 Tesalonicenses 4:14-18 » Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.» 

Tenemos una promesa de tener un cuerpo glorificado cuando lleguemos al cielo. Nos podremos reconocer. Claro esto viene de Dios.

12. Tenemos que estar agradecidos por nuestro hogar eterno en el cielo.

Juan 14: 1-3 «No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.» 

Solo una cosa sé, todo cuanto conozco de Dios es fantástico.

Todo en cuanto a Él es perfecto. No hace las cosas a medias, no deja nada desenganchado, ni desprendido. Fue a preparar un lugar en el cielo, lo ha hecho y vendrá otra vez por aquellos que se han mantenido fieles. Y estaremos con Él por la eternidad.

Hemos mencionado esos 13 aspectos por los cuales debemos estar agradecidos. Y porque somos tan gruñones?. Deberíamos abundar en gratitud al pensar que Dios ha hecho todo eso por nosotros.

Una buena prueba de un verdadero creyente de Dios, es si es agradecido o no. 

Que no sean simples gracias, sino gratitud que sobreabunde. Por lo tanto, este es el mensaje mas asombroso que el mundo haya escuchado o que escuchará jamas. Es una posesión maravillosa que debemos compartir.

COMO SABEMOS SI SOMOS PERSONAS AGRADECIDAS CON DIOS.

1. Tienes una actitud positiva.

2. Estás consiente de la presencia de Dios en tu vida. 

Porque sabe que Él es quien trabaja en su vida, creando cosas que tu disfrutas. Quizás haya apuros y dolor, pero aun eres consiente de que Dios está allí y te ayuda a avanzar.

3. Tienes un espíritu humilde.

La persona que tiene un corazón agradecido, tiene un espíritu humilde porque reconoce que todo es de Dios y nada es suyo y que reconoce que Él es la fuente de toda cosa buena que viene a su vida.

4. Tiene una actitud de tranquilidad

Una persona que abunda en gratitud es pacifica porque ha puesto su confianza en Él. Vé como Dios trabaja en tu vida. Es bendecido de muchas formas y es consiente de ello.

5. Es amable con los demás.

Se pregunta: Qué puedo hacer por ella o por él?

6. Es generoso.

Generoso porque reconoce lo que Dios está haciendo, buscará la manera de ayudar a alguien más, y buscará la forma de mostrar su gratitud.

Por lo tanto, sabe que Dios tiene algo listo para reemplazar lo que entregue. Dios le devolverá algo a cambio.

6. Es desprendido.

Está listo a compartir lo que tiene y lo hará con gozo.

7. Es expresivo.

Sí eres agradecido tendrás que expresarlo, hablar de la gratitud y no alardear de ella. «Esto es lo que Dios está haciendo en mi vida».

8. Es cordial

Es difícil encontrarse con gente gruñona porque no hay nada agradable en ellos. Por el contrario, una persona cordial tiene un corazón tierno y es agradable estar con él.

9. Es contagioso.

Todos tenemos gente que al verla te hace sonreir. Hay algo en ellos que es contagioso. Cuando los ves, no se quedan ahí esperando, sino que va  hacia ellos, estrecha su mano y le pregunta como le va.

Hay algo en ellos y es Jesús en ellos, hay cordialidad, honestidad, libertad, porque esa persona está arraigada y fundada en Jesucristo.

El amor, el perdón y la compasión de Cristo está en esa persona.

10. Está motivada.

Motivado para dar, para compartir y para servir.

11. Tiene un espíritu de servicio.

Porque quiere ser usado, quiere darse a sí mismo, quiere hacer lo que Dios quiere que haga.

12. Por lo tanto, tendrá un nivel alto de fe.

Esto porque ve a Dios trabajando en su vida, una y otra vez.

13. Es una persona fructífera.

Quiere entregarse, que Dios lo use. No quiere sentarse por ahí buscado algo para sí mismo.

14. Es gozosa.

Todo podría estar malo en su vida pero de algún modo hay gozo en su interior, porque Dios está haciendo algo en su vida.

Revisemos todos estos aspectos y veamos cómo nos fue, porque sí trabajamos en aquellos aspectos que estamos faltos de gratitud, entonces, Dios abrirá las puertas con sus conocidos que no había abierto antes para alcanzar a esas personas.

OREMOS: Padre celestial, vengo delante de tu presencia, pidiéndote perdón por no haber sido lo suficientemente agradecido hacia tí. Pero hoy me doy cuento de lo grandioso que eres tú. Gracias por amarme de la manera que siempre lo has hecho. No me imaginaba del grande amor que tienes para mí. Pero hoy puedo decirte que te amo tanto y que tú eres mi Señor y Salvador. Gracias por morir en la cruz por mí. Y darme el regalo de la vida eterna y saber que estas conmigo para siempre. Te amo Señor y te bendigo. En el nombre de Jesucristo. Amén.

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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