Debemos prepararnos para la cosecha de almas más grande que hemos visto en nuestro tiempo, y por eso debemos estar preparados para que las buenas nuevas de Dios sean transmitidas con osadía, confianza y fe y que Dios se mueva en los corazones de la gente.

1 CORINTIOS 1: 18, 23-24 » Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios…Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; más para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios”.

El mensaje de Jesucristo ha sido diferente porque ofrece una vida nueva.

Jesucristo describió el estilo de vida que agrada a Dios, alienta amar a los enemigos, perdonar las ofensas, a orar por todas nuestras necesidades, enseña a no preocuparse y confiar en que nuestro Padre celestial proveerá para nuestras necesidades.

Además, el Señor hizo milagros, sanó enfermos y resucito muertos y aun hoy, los hace porque Él esta vivo y para Él todo es posible.

La Biblia declara que Cristo es el unigénito Hijo de Dios. Su venida fue anunciada por los profetas del Antiguo Testamento como la que liberaría a las personas de sus pecados y rebeliones contra Dios. 

La muerte vicaria de Jesucristo en la cruz es el corazón del cristianismo.

Morir como nuestro substituto fue la razón principal por la cual el Hijo de Dios vino al mundo. Como es Dios y llevó una vida perfecta, era el único que podía pagar por los pecados de la humanidad. Por eso nació de una virgen, para ser humano y morir en la cruz por nosotros. Dios- Padre depositó nuestros pecados sobre su Hijo, quien sufrió la ira que merecíamos. Sin su muerte expiatoria no habría salvación, y todos moriríamos en nuestros pecados padeciendo la ira de Dios por toda la eternidad.

Así como Jesucristo es el único substituto, también es el único camino a la salvación.

El Señor lo afirmó al decir: 

JUAN 14:6 “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.

Jesús fue muy claro en decir que nadie viene al Padre sino es por Él. Sino lo crees, no crees en Palabra de Dios porque solo Jesús es el perfecto Hijo de Dios y es el único sacrificio sin pecado aceptado por Dios. Por lo tanto, creemos en Cristo al grado que nos sometemos a Él como nuestro Salvador y Señor.

JUAN 1:29 » El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.» 

No hay otra manera en la que podamos ser perdonados y reconciliados con Dios, sino solo por medio de la muerte expiatoria de Cristo en la cruz. Todos los que creen en Él como Señor y Salvador son perdonados de sus pecados y son hechos dignos ante Dios.

Todo aquel que cree en Jesucristo tiene vida eterna.

JUAN 3:16 «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. » 

Quienes no creen en esta verdad, la ira de Dios vendrá sobre ellos. Cristo fue muy claro, Él es el camino, la verdad y la vida y nadie viene al Padre sino por mí. Y un día estaremos delante de Él.

Pablo también declaró que somos justificados mediante la muerte de Jesucristo.

ROMANOS 5: 18-20 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en qué, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque sí siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.

Esto significa que la Sangre de Jesús se derramo y quienes lo aceptan como Salvador son justificados, o sea, declarados justos delante de Dios, no por lo que nosotros hayamos hecho, sino por lo que Cristo hizo en la cruz del calvario.

Pedro proclamó que en ningún otro hay salvación, solo en Jesucristo .

HECHOS 4: 11-12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.

En ningún otro hay salvación. No hay otro nombre, más nadie bajo el cielo. Mire, no es un asunto de ser considerado con otras persona, o de ser cerrado, o de falta de amor, o de ser desinteresado, o critico, solo se trata que creo lo que dijo Dios. En ningún otro hay salvación, no hay otro nombre en el que podamos ser salvos.

Aunque como cristianos seamos acusados de tener una mente estrecha, debemos mantenernos firmes y aferrarnos a la verdad de la Biblia, la cual nos dice cómo ser salvos. Seremos criticados, pero no debemos avergonzarnos del evangelio de Jesucristo.

Sino crees en la Biblia, en donde vas a poner tu fe?, porque cuando se trata de la eternidad, no hay mas. Cristo nos dijo que todo aquel que en Él cree, perdonara sus pecados y lo anotará en el Libro de la vida y que un día lo llevará al cielo. Claro esto solo será posible si has aceptado a Jesucristo como tu Salvador.

Si aun no lo has aceptado, este el momento de hacerlo repitiendo en voz alta esta oración: » Padre celestial, vengo delante de tu presencia, reconociendo mis pecados. Me arrepiento de cada uno de ellos y te pido que me perdones. Ven a morar a mi corazón. Abre mis ojos espirituales para que puede comprender  y hacer tu voluntad mediante la Palabra de Dios. Gracias Padre. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén.»

FUENTE: Gracias Pastor CHARLES STANLEY por sus enseñanzas.

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