Muchos no saben realmente quien es el Espiritu Santo y menos cual es su papel. Sin embargo, podemos decir que no solo es una fuerza o un poder, sino que es alguien. El es una persona, la Tercera persona de la Trinidad.

Genesis 1:26 dice "hagamos al hombre a nuestra imagen…", lo que significa que cuando se creó al hombre, la connotación "hagamos" se referia a las tres personas: El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo.

Sino veamos en los primeros versículos de la Biblia, Génesis 1:1-3 "….la tierra estaba desordenada y vacia, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: sea la luz y fué la luz". Es increible pero desde aquí vemos al Espíritu Santo entrar en acción a la voz de la Palabra de Dios.

Y sí vamos a Juan 14:16-17  " yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; el Espiritu de verdad, el cual el mundo no lo puede recibir, porque no le ve, ni le conoce, pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros."

Wow, al leer la Palabra, nos percatamos que al mencionar el Consolador, se inicia con la "C" mayúscula, haciendo ver que Él es una persona.

Entonces podemos establecer los siguientes aspectos acerca del Espíritu Santo:

1. Él mora en nosotros. Que grandioso cuando dice que está en nosotros para siempre, siempre es todos los dias de nuestras vidas, es decir que no estamos solos. Juan 14:18 "No os dejaré huerfanos…."

Es decir que Él está ahí, en nosotros, ayudandonos, equipándonos para hacer lo que Él diga.

Señores, no debemos vivir la vida cristiana solos, porque Él está en nosotros, El Consolador, El Ayudador.

Por lo tanto, si Él está en nosotros, no debemos batallar solos porque Él está morando en cada uno de nosotros. Así que podemos ser mejores estudiantes, mejores personas, mejores conyujes, mejores trabajadores, mejores hombres y mujeres de negocios, mejores hijos, mejores padres, porque Él está allí para ayudarte.

Y es que ese es uno de sus roles, darnos la capacidad de hacer lo que Dios quiere que hagamos, a cualquier edad y en cualquier circunstancia. Mas adelante y cada día, está en nosotros para facultarnos en lo que sea.

Habrán momentos dificiles, tiempos de conflictos, pero hay que recordar que la batalla no es nuestra, porque Él nos unge, Él es quien reboza en nuestro ser, Él es nuestro guardian, Él es la fuente de nuestro conocimiento y sabiduria, Él es la fuente de nuestro poder para hacer o lo que Dios quiera que hagamos. 

2. Él nos recuerda que no debemos albergar pecado. Cuando venimos a Cristo, Él nos sella para que seamos hijos de Dios y a partir de ese momento, Él empieza a trabajar en nuestras vidas.

Recibirlo es instantaneo, pero vivirlo dura toda la vida. Y esto es lo que debemos comprender, que si estamos concientes de su presencia, tenemos a alguien poderoso dispuesto a ayudarnos tan solo se lo pidamos y estemos en unión con El, sin contristarlo.

Nos convence de pecado, nos perdona, y nos limpia. 1 Juan 1:9 "que si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos". Dios quiere que vivamos para Él, dependiendo y confiando en Él cada día de nuestras vidas. 

3. Él nos ha encomendado llevar el mensaje de salvación a toda criatura. Lucas 24: 47-49 "y que se predicase en su nombre (en el nombre de Cristo) el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén……". Está claro que su tarea y la nuestra es el mundo, es decir, comenzando por nuestros vecinos, amigos, familiares, etc. para predicar el arrepentimiento y el perdón de pecados. 

No con nuestras propias fuerzas, pero con la fuerza del Espiritu Santo. Gloria a Él.

Confiando en que tendremos todo lo que necesitamos, porque Él lo suplirá. Él nos sella porque su intención es que vivamos dependiendo de Él. En cambio el diablo quiere principalmente que nuestro pensamiento sea el temor y la duda, pero para Dios eres alguien muy especial, digno que muriera por nosotros y que vivamos en la paz y bendición del Señor.

4. Él vive en nosotros. Él es nuestra fuente de fuerza y poder en nuestras vidas. El poder del Espiritu Santo es su capacitación, es su energía divina, es la realidad del Dios Todopoderoso, es Dios haciendo algo sobrenatural en nuestras vidas, energía divina y autoridad espiritual.

Alguien comienza a discutir acerca del evangelio y ahi mismo podemos decir: "Gracias Espiritu Santo, iluminame para hablar de los asuntos del Padre y del Hijo". Apropiese del Espiritu Santo porque Él está ahí como su defensor.

Él está allí como su proclamación. Él está allí para hablar verdad por medio de usted. Dios le recordará pasajes que no habia pensado, porque ya no soy yo, sino Cristo que vive en mí y en tí. Él nos va iluminar nuestras mentes. Nos dará entendimiento a que hacer y como reaccionar. Nos va equipar a una vida piadosa y un servicio fructífero y nos bendecirá abundantemente.

Cuando esto lo esté experimentando, la gente no solo quedará impresionada sino impactada por su vida.

Entonces que debemos hacer para activar el Espíritu Santo en tí:

1. Aceptar a Cristo. Esta acción dará lugar que tengas acceso al Reino de Dios, a que seas sellado por el Espíritu Santos y te conviertas al Señor y tengas una nuevo nacimiento, a entender y vivir la Palabra de Dios porque tus ojos espirituales se abriran, donde te podrás posicionar de las promesas de Dios que son tuyas como hijo y obtengas la vida eterna.

Romanos 10:9 "que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación".

Repite despues de mi: "Padre celestial, vengo humillado delante de tí, pidiéndote que me perdones todos mis pecados, me arrepiento de cada uno de ellos.  Has de mí una nueva criatura. Hago un nuevo pacto contigo para seguir tus mandamientos y preceptos. conforme a tus propósitos. Inscribeme en el Libro de la Vida. En el nombre de Jesús. Amen".

2. Activar al Espiritu Santo dentro de tí. Haz esta oración: "Espiritu Santo de Dios, gracias por ser mi ayudador, por haberme sellado y hecho un hijo de Dios, por tener acceso al trono de la gracia y de la misericordia. Hoy reconozco que tú vives en mí y que tú moras en mi corazón. Lléname con tú presencia y de tú gloria y que siempre esté conciente que tù estas conmigo. Facúltame y capaciíame para hacer el próposito que tu has destinado para mi vida. Quiero ser un instrumento tuyo para llevar el mensaje del arrepentimiento y perdón a toda criatura. Te lo pido en el nombre poderoso de Jesús. Amen".

 

 

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