Nuestro Padre Celestial quiere que andemos confiando en El para todo. Y así como a Abram se le reveló de una manera muy especial, hablandole directamente y pidiéndole que dejara su tierra y su parentela. En resumen, que andara por fé.

Lo mismo nos pide a nosotros, caminar por fé y no por vista. Cosa dificil pero no imposible. Si esto es su voluntad, entonces veamos que principios debemos hacer para ello:

1. Estar dispuestos escuchar a Dios. Si no lo escuchamos no lo seguiremos. Dios escogió hablar a Abram despues de muchos años desde Noé. A alguien que venía de un pueblo idólatra y pagano. Por lo que tenemos esperanza de que nos hable a nosotros también.

Simultaneamente, Abram optó por escuchar a Dios.

Por eso, lo primero que debemos hacer al iniciar el día es detenernos y preguntarle a Dios: Que tienes para mí en este día? Cual es tu plan? porque sino lo escuchamos tomaremos malas decisiones.

Dios está dispuesto a hablarnos de la misma manera que lo hizo con Abram, y lo hace mediante el Espiritu Santo, por lo que no hay excusa para no escucharle.

Abram escuchó a Dios, de lo contrario no se hubiera movido. Y si Dios te hablá, ten por seguro que lo que dice El lo llevara a cabo.

2. Creer lo que te dice Dios. Genesis 12:3-4 "Bendeciré a los que te bendijeren, ….y serán benditas en tí todas las familias de la tierra. Y se fué Abram, como Jehová le dijo…..Y era Abram de 75 años cuando salió de Harán".

Claro que Abram creyó a Dios porque se fué de allí.

3. Confiar en Dios. Humanamente hablando lo que Dios le dijo parecía absurdo. Que se levantara, dejara su familia, tenía 75 años, dejara todo para que le mostrara la dirección y fuera al paso que Dios le indicara.

Pero confió después de escuchar y creerle a Dios. Recuerde que Abram no venía de una familia temerosa de Dios y aun así pudo discernir la voz de Dios.

4. Tener un corazón limpio y puro. Salmo 119:9 "Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu Palabra". Atesorar, meditar en la Palabra es vital. Sin ella podríamos dudar y daríamos cualquier excusa para no hacer lo que Dios nos pida.

Es más, si Abram no hubíera escuchado a Dios, se habría quedado donde estaba y hubíera perdido la bendición de Dios. O se hubíera buscado a otra persona para llevarlo a la tierra prometida. O lo hubiera frenado hasta hacer lo que Dios le dijo.   

Genesis 12:5: "Tomó, pues, Abram a Saraí su mujer, y a Lot hijo de su hermano y todos sus bienes que había ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaan y a tierra de Canaan llegaron. 

De acuerdo a esta Palabra, Abram agarró sus cercanos y sus poseciones e hizo lo que Dios le dijo. La pregunta es esta: Estoy dispuesto a escuchar a Dios?, Estoy dispuesto a confiar y hacer lo que me dice aunque no lo entienda?, el porqué?, ni como ?

Nuestra vida debe estar tan ligada a Dios que cuando El nos diga algo, solo debemos decir: Sí Señor. Porque si confío en Dios, entonces sabre que El me guia en la dirección correcta.

5. Obedecer a Dios. Abram fué obediente a Dios. La decisión es nuestra, solo que si desobedecemos, debemos atenernos a las consecuencias.

Esto que te diré es clave: la voluntad de Dios es que estemos concientes de la presencia de Dios y consultarle lo que El quiere que hagamos hoy.

6. Adorar a Dios. Genesis 12: 7-8 "Y apareció Jehová a Abram y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le habia aparecido. Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente y edificó allí altar a Jehová e invocó el nombre de Jehová".

Esto es una muestra que Abram adoró a Dios.

Adorar a Dios es llevar una vida entregada a su voluntad y comprometida con El.

Lo maravilloso es que cuando hizo todo esto, no le faltó nada. Y aun cuando tomó malas decisiones, Dios no dejó de bendecirlo. Pero hubíera muerto en Harán sino hubíera obedecido.

La voluntad de Dios en su vida es esta: hacer lo que Dios le diga que haga cada día. Por lo tanto, la vida plena es escuchar a Dios, confiar en El, obedecerle y agradecerle en adoración.

OREMOS: Padre mío, gracias por darnos, el principio de la fé de Abram, quiero escucharte, y obedecerte todos los días de mi vida. Nos rendimos a tu voluntad, para que tu voluntad sea la nuestra, guianos para andar en tu voluntad, en el nombre de Jesús. Amen

 

 

           

 

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